jueves, 6 de octubre de 2011

5ta. Reencuentros.

Bicicletas. Uno al lado del otro. Noche. Un tren que partía en 30 minutos. Entonces, todo se detuvo.

Repentinamente el mundo se había reducido al sonido de las bicis que pasaban a los lados y del cariño enorme que vibraba entre ambos. Cinco años antes ninguno de los dos esperaba tantos cambios en su vida, y sin pensarlo ahí estaban.

Uno vivía en una ciudad fondo de un país ganado al mar con murallas que recuerdan que la paz ha venido de las guerras. La otra, andaba por el mundo con una residencia fija en la cuna del pecado. Así sin quererlo, se habían reencontrado después de año y medio y buscarse tanto.

Un frisbee. Una risa. Un abrazo.

¿Qué más se puede pedir en la vida?

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