Bicicletas. Uno al lado del otro. Noche. Un tren que partía en 30 minutos. Entonces, todo se detuvo.
Repentinamente el mundo se había reducido al sonido de las bicis que pasaban a los lados y del cariño enorme que vibraba entre ambos. Cinco años antes ninguno de los dos esperaba tantos cambios en su vida, y sin pensarlo ahí estaban.
Uno vivía en una ciudad fondo de un país ganado al mar con murallas que recuerdan que la paz ha venido de las guerras. La otra, andaba por el mundo con una residencia fija en la cuna del pecado. Así sin quererlo, se habían reencontrado después de año y medio y buscarse tanto.
Un frisbee. Una risa. Un abrazo.
¿Qué más se puede pedir en la vida?
jueves, 6 de octubre de 2011
5ta. Reencuentros.
Ubicación:
Ámsterdam, Países Bajos
domingo, 2 de octubre de 2011
4ta. Sol por que se puede, no por que se tiene.
El día que supe que venía a Amsterdam pensé claramente en bicicletas y tulipanes. También pensé en la gente que reencontraría. Hasta mucho después pensé en la mariguana y las vitrinas. Pensé en muchas cosas que viviría, comería, tomaría y vería viviendo en el norte de Europa Continental. Lo último que pensé sería en vivir el Sol.
Aquí la gente vive. Despiertan, toman sus bicis, andan hasta el canal y se sientan. Se quitan sus gorritas, se abren los abrigos, se toman de las manos y entonces sus arrugas parecen estirarse ante el calor que las zurca. Despiertan, toman a sus bebés, andan hasta el parque y ponen una manta en el pasto. Se quitan el canguro, ponen la botella de agua, abrazan al niño y entonces sus cabellos rubios parecen ser más dorados ante la luz que los abraza. Despiertan, toman sus guitarras, andan hasta las bancas y deciden que tocar. Se quitan las mochilas, abren las cervezas, empiezan a cantar y entonces sus sonrisas parecen ser más bonitas ante la vida que los rodea.
Se disfruta del Sol no por que se tenga, sino por que es posible. Por que no es necesario cuidarse ni tener miedo a lo que pueda pasar andando por la calle. Por que sabes que siempre vas a poder regresar a casa. Por que sabes que como mujer eres tan fuerte/vulnerable como cualquier chico. Por que sabes que no hay una guerra que no pediste en la calle.
En mi país siempre lo tenemos: todo el año, todo el tiempo. Ojalá haya día en que siempre lo podamos.
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